Tras la crisis relacionada con la pandemia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que los países de América Latina y el Caribe deben abordar simultáneamente tres grandes desafíos: garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas, aumentar el crecimiento potencial y hacerlo de manera que promueva la cohesión social y aborda las desigualdades sociales, todo mientras se enfrenta a una alta inflación.
El organismo internacional afirmó en un documento que abordar estas dificultades, que comenzaron mucho antes de la pandemia, llevará tiempo, por lo que los encargados de formular políticas deben comenzar a desarrollar una estrategia integral para abordarlas lo antes posible. Agregó que la epidemia golpeó después de un año de considerable agitación social en la región, que se había acumulado durante los años de estancamiento económico que siguieron al final del auge de las materias primas, y que aún existe ambigüedad con respecto al curso general de la pandemia. A nivel mundial, así como en América Latina y el Caribe, la recuperación se está eclipsando. Las presiones inflacionarias en EE. UU. y en toda la región, según el FMI, pueden aumentar un retiro más rápido del estímulo monetario, así como un cambio en el sentimiento de riesgo de los inversores y condiciones financieras globales y nacionales más estrictas. Esto representa una importante preocupación por la recuperación. Como resultado, las autoridades deberían esperar un endurecimiento de la política monetaria de EE. UU.; prolongar los vencimientos de la deuda pública, disminuir las exigencias de refinanciamiento fiscal en general y, de ser posible, prevenir la acumulación de descalces de moneda en los balances del sector financiero.
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